
Hoy quiero conversar con ustedes sobre el miedo en las transacciones humanas, y declaro que son transacciones humanas porque en realidad, aunque no se dé necesariamente un intercambio económico explícito siempre hay un costo implícito, una posibilidad de ganar o perder, una inversión de dinero, tiempo, información, un intecambio de recursos, un dar y un recibir. Y como en toda transacción hay un miedo a ser abusado, a no saber como manejar la situación, a quedar mal con quienes confían en ti, a no saber poner los límites, a ser interpretados erróneamente.
El miedo a ser “desplumados” esta presente en todos los actores involucrados en una transacción, ¿o es que tu nunca te has sentido defraudado, o juzgado? Seguramente sabrás identificar situaciones donde tú has sentido que fuiste tonto o donde has sido juzgado como abusador de la confianza de alguien, si así no ha sido aun, te felicito es posible que tengas una capacidad superlativa y clara de relacionarte con otros, la otra opción es que no te pasa porque prefieres estar aislado antes de correr el riesgo de ser desplumado o desplumar a alguien. Yo por mi parte me cuento entre las personas que corren el riesgo de acercarse y buscar una posibilidad, y si, porsupuesto que me he sentido abusada y también sé que he sido señalada como inconveniente o abusadora, sin embargo, acepto que ambas son cartas me pueden salir en el juego de relacionarme con los otros. Juego que decido jugar y no retraerme, porque mi intención nunca será sacar ventaja del prójimo pero sé que soy muy capaz de equivocarme y me equivoco y que otros también se equivocan, lo importante es que estemos presentes para que la transaccion y la trascendencia sea posible.
¿Qué es el miedo? Curucuteando en los escritos de Pilar Jericó me encuentro con una explicación bastánte simpática del origen del miedo según la mitología griega, Pilar dice:
http://www.pilarjerico.com/blog/
“Venus, diosa del amor, mantuvo un romance con Marte, dios de la guerra. De él nacieron cinco hijos: Cupido (dios del amor erótico), Anteros (dios del amor correspondido), Cocordia (diosa del equilibrio y la belleza), Fobos (la fobia) y Deimos (el miedo). Como vemos, el miedo por tanto procede de la unión del amor y la guerra”.
Vemos entonces que de estos dos personajes nace el pequeño de la casa: Deimos (el miedo) que tiene la particularidad que nos paraliza y nos paraliza porque cuando nace el amor por algo o a algo tememos perderlo, si no amáramos nada, pues entonces no tendríamos miedo alguno, creo que mi miedo mas profundo es morirme desde que tengo a mi hija Naty y le pido a Dios no morirme mientras ella me necesite.
¿Que cosas deseamos y no queremos perder?
- La aceptación de los demás y no queremos el rechazo.
- El éxito y no queremos fracasar.
- El poder que hemos conquistado y que no queremos perder.
- Nuestros bienes construidos con esfuerzos y que no queremos dejar de disfrutar.
- Nuestra estabilidad y sensación de seguridad por lo cual no queremos cambiar.
Es natural que amemos y por lo tanto sintamos el miedo, propongo que aceptemos el miedo equilibrante aquel que está asociado a la prudencia, que nos permite reconocer aquellas situaciones que pondrían en peligro nuestra propia integridad. Más de un 50% de las personas se gestionan basándose en el miedo paralizante aquel que hace que te escondas, te retraigas y te mimetices, el miedo paralizante hace que tu sistema no tenga mucho futuro en un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa y que requiere tu presencia valiente, un mundo donde lo que vale es el talento, la innovación y la creatividad que no se desarrollarán mientras permitas que tus miedos se manifiesten desde el aislamiento, porque te sacarán del juego estarás fuera del sistema o iniciarás la entropía. Por lo tanto te invito a hallar la forma de amar y desear sin miedos para relacionarte eficazmente.
Para superar los miedos lo mejor es centrarnos en nuestra motivación trascendente, aquella que nos empuja a seguir adelante a pesar de los riesgos. Es decir, que para relacionarnos eficazmente y aumentar las probalidades de ganar podemos reconocer que el miedo existe, aceptarlo equilibradamente y continuar al permitir las relaciones con nuestros proveedores y clientes para identificar nuevas oportunidades. El miedo no desaparecerá, la idea es que convivamos con él y que lleguemos a un acuerdo con nuestros entes transaccionales para ser ecológicos y que nos cuidemos mutuamente para que la vida sea posible para ambos.
Como decía Nelson Mandela: "No es valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo"