Me llegó la hora de escribir sobre ventas, busco en mis recuerdos qué cosas he vendido yo y me conecto con mi primer intento alrededor de mis 8 años de edad, un puesto de venta limonada fría en el frente de mi casa con mi socio y vecino de al lado “Tinito” (hijo de un comerciante exitoso dueño de una tienda muy conocida ubicada en el CCCT que aun existe y vende bastante).
La oportunidad para contactar a nuestros clientes era la redoma de la calle ciega donde vivíamos, nuestras casas estaban justo en donde todos los autos debían dar la vuelta obligatoriamente y allí estábamos los dos bajo el sol inclemente, teníamos todo para ser exitosos, la plaza, precio, promoción y producto elaborado en condiciones sanitarias óptimas (supervisado y hecho por mi madre que jugaba con nosotros y nos complacía, además asumió el riesgo de financiar el producto) también se vendía en el local material P.O.P que suplía el padre de Tinito, unas calcomanías hermosas que su padre le regalaba a él y que él vendía muy bien en “nuestro local”.
Lo cierto es que la gente que daba la vuelta en la redoma no tenía sed, solo nosotros teníamos sed y todos nuestros amiguitos de la cuadra que nos veían admirados por “nuestro negocio de limonada” yo muy amable bebía y “vendía fiada” la limonada a nuestros curiosos y simpáticos clientes y Tinito vendía todas las calcomanías suyas que su padre le regalo solo para él y las ganancias eran solo de él. Ese era: “nuestro negocio de limonadas”
También mi deseo era ganar dinero con la limonada que amablemente mi madre nos financió (a ambos) y que nos la bebimos todos, incluso él quién la recomendaba y decía que era buenísima y bebía y bebía y brindaba también. Teníamos además el testimonial de mi mamá que garantizaba desde la ventana que la limonada estaba muy limpia jajajaja, que ella misma la había hecho sin intervención infantil alguna.
El final del la historia pueden imaginárselo, Tinito vendió todas las calcomanías que eran de él y se ganó 50 bolívares (que era plata para un niño de ocho años en 1978) su papá lo felicitó y yo tenía un grupo de amigos bien hidratados y sin dinero para pagarle a mi mamá los limones, el azúcar y los vasitos Dixie. Mi mami me dijo que no haría más limonada para que Tinito vendiera sus calcomanías, que el negocio no había funcionado y por supuesto, no vendí mas nunca limonada, de mi negocio no se habló mas.
Lo curioso es que el negocio de las calcomanías (el negocio aparte de Tinito que funcionaba también en nuestro local) no vendió tampoco, al día siguiente su papi le dio el doble de las calcomanías y quiso vender pero yo no tenía ganas de fracasar y acompañarlo a ver como el se hacía rico, yo decidí jugar a otra cosa, los amiguitos no quisieron verlo vender, era divertido el día anterior y el puesto de limonadas gratis o “fiadas para siempre”. El hizo su intento, puso sus calcomanías ya no en el frente asoleado de nuestras casas sino debajo de la mata al otro lado de la calle, quizás así no sentiría sed, estaba solo y muy aburrido, hasta nos ofreció de regalo unas calcomanías pequeñas si lo acompañábamos mientras vendía, no eran ni siquiera de las mas bonitas que ofrecía en venta, no fue motivante, ninguno quería estar allí viéndolo hacerse rico, preferimos montar bicicleta, el cerró el negocio, busco su superbicicleta con luces que prendían de verdad en la noche, se vino a jugar con nosotros.
Compartamos lo que tienes que decir luego de leer ésta mi primera experiencia en ventas y disfrutemos del refrescante compartir. A ver, quiero oirte:
¿Cómo te sentiste con ésta experiencia que comparto contigo?
¿Qué hubieras hecho diferente de haber sido: Tinito, mi mamá y yo?
¿Qué crees tú que es necesario para ser exitosos en nuestros negocios?
Espero tus comentarios y del interactuar aprenderemos juntos.
MM
5 comentarios:
Que bueno elcompartir con mi admirada amiga MM el tema de las ventas, que tanto me apasiona ( lo llevo en el apellido roSALES).
Una estadísticas que encontré de la la Universidad de Watson, mostraban como las ventas es un proceso, en donde la constancia e insistencia son vitales:
El 44% de los vendedores se desalientan después de la primera llamada
El 24% renuncian al cliente después de la segunda llamada
El 14 % llama por última vez a la tercera vez
El 12 % no lo intentan más después de la cuarta llamada
Esto significa que el 94 % de los vendedores no llega a hacer más de 4 llamadas
PERO SUCEDE QUE
El 60 % de las ventas se
realizan después de la 4ª llamada.
Hola MM, ¡Muy divertida y aleccionadora anécdota!
Tú y yo coincidimos hasta en este comienzo como vendedores.
También lo primero que vendí fue limonada en el frente de mi casa. En mi caso el negocio fue supe rentable, por diversas razones: los limones se cultivaban en el patio de mi casa, el azúcar fue el aporte de capital de mi Tata, el frasco era uno mollejuo de esos de mayonesa como de cinco litros, y el hielo no se consideraba costo porque lo hacía la nevera.
También mi mamá supervisó la alta calidad de los ingredientes y su preparación, y me estimuló con su presencia disimulada en el porche de la casa. En Maracaibo, hacía en ese entonces como 32 a 36 °C, a la sombra y como 10°C más bajo el sol inclemente del mediodía, horario en el cual llegaba del Colegio Gonzaga, y me paraba a hacer fortuna.
Vendí el primer día todo el contenido, y nada de fiao. De contado fulminante. Pasaban los alumnos de los colegios de los alrededores, que iban a almorzar a su casa, en esa época el horario de clases era de 7:00 am a 11:30 am, y luego entrábamos a las 2:00 pm hasta las 5:00 pm.
Me fue muy bien. Ahorre muchos cobres y me compré mi primera enciclopedia, poniendo la mitad y la otra mitad me la pagó papá.
Ahora, volviendo a tú historia ese muchacho que te buscaste de socio no se portó muy inteligente. Se consiguió a una excelente vendedora, pero no muy clara niña de negocios, y la explotó, pero ya no más dijo el múcura.
Lo bueno es que hoy vemos con esta historia que la vendedora excelente sigue aquí, buscando el camino para expresar sus energías.
Gracias y sigue vendiendo, eres maravillosa.
Adrián
Que privilegio dos comentarios de los dos vendedores que son mis referencias venezolanas en el arte de vender, a ambos los admiro muchísimo.
Gracias Carlos por tu comentario tan importante sobre la presistencia para vender. La persistencia hace falta para todo en la vida, la biblia dice: "segaremos si no nos cansamos", Las estadísticas con las que contribuyes son contundentes en darnos un número muy fácil para alcanzar el éxito: La idea es no desmoralizarnos e insistir.
Adrián, que te puedo decir, mi amiguito Tinito tenía serias oportunidades de mejora en aquel entonces cuando era chiquitico, seguramente ya no,a lo mejor lee mi cuento en facebook y aparece y me hace un reclamo. jajaja.
Tendré que aprender a negociar mejor mis sociedades salvaguardar mi corazón y procurarme mi bienestar. El escribir ésto me mostró que en mi patron de asociación está la tendencia de complacer al socio y eso no es conveniente para mi. ´
Gracias a mis amigos por sus excelentes comentarios.
Los queire,
MM
Hola MM nuevamente compartiendo tus bonitas experiencias, con lo cual me siento muy identificada no exactamente con una experiencia en ventas como esta sino con tu comentario al decir tu patron de asociación. El arte de vender esta siempre presente en tu vida y con algunos tropiezos me he percatado de este patrón. Ciertamente debemos ser persistentes para vender a pesar de los infinitos tropiezos que podemos conseguir, sin embargo esto solo lo podremos lograr con el primer paso que es tener una visión clara de hacia donde nos queremos dirigir, y por supuesto emprender el camino hacia alla. Asi es como considero que podremos realizar asociaciones mucho mas claras y por tanto mas exitosas. En mi opinión novata Ganar ganar es ganar segun mi visión y no sobre la visión de nuestro asociado porque sino ocurre con el tiempo lo que paso en este pequeña experiencia de tu niñez me canso y dejo el negocio porque en realidad no estoy ganando sino lo que tu quieres que gane.
Un abrazo y gracias por compartirlo
Tengo que decirte que tu historia es muy reflexiba, deja ver como desde pequeños ya tenemos claros cuales son las variables que nos impulsan y nos mueven a comprar algo.
Considero que este negocio tenía todas las de ganar, ya que se conocía la cliente, la calidad del producto estaba probada, pero la diversificación (calcomanias y limonadas) fue lo que acabó él, así como la diferencia de intereses y objetivos entre los socios.
En definitiva, para empreder cualquier relación comenrcial, lo primero que debemos tener claro es cual son nuestrás metas y cual es el proposito de la empresa.
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