domingo, 22 de junio de 2008

“Un dos tres por todos” Responsabilidad social, bienestar colectivo.

Si has jugado al escondite, recordarás que la idea es que no te encuentren y correr a librarte por ti mismo, en ocasiones podías librar a los demás que no corrieron la suerte que tu de llegar al último para librar por todos. Era muy divertido este juego, sobre todo la cara de satisfacción de los salvados.

Hablemos de responsabilidad, la palabra responsabilidad sugiere la habilidad para responder o capacidad para dar respuesta ante alguien o alguna situación. Se requiere estar preparado y haber aceptado de mutuo acuerdo la demanda de responder ante alguna situación. Es interesante observar como personas y organizaciones intentan eludir responsabilidades, algunos se hacen maestros ante la evasión de responsabilidades gubernamentales, sociales y personales.

Cada vez vemos como muchas personas y empresas intentan que la responsabilidad y el compromiso sea unilateral, es decir, de parte de quienes menos poder tienen para defenderse y apuntalados en esa misma debilidad que poseen sus colaboradores, asociados, relacionados e incluso clientes, pretenden hacer ver y sentir que quienes se relacionan con ellos ya tienen su galardón, pasando por alto aspectos básicos que atentan con la supervivencia y seguridad de quienes sustentan la operatividad de la organización y prefiriendo inyectar dinero e inversión en aspectos, que sin dejar de ser importantes, no le agregan valor a nadie sino a los inversionistas y algunos privilegiados.

Lamentablemente es un comportamiento que vemos repetidas veces en Venezuela, en cualquier institución, organización, empresa, hasta en cualquier abasto, quiosco y familia. Es la cultura del: “un, dos, tres solo por mi” y que los demás vean como se las arreglan. Es una cultura depredadora que de seguir así los dejará jugando solos muy pronto y seguirá acumulando daños en éste mundo que es de todos.

¿Qué podemos hacer?

Se me ocurre que para ejercer la responsabilidad social, lo primero que podemos hacer es enfocarnos en nosotros mismos. Si perteneces a un sistema social de cualquier índole, pregúntate:

¿En que medida dependo yo de este sistema?
¿En que medida depende de mi este sistema?
En el caso de no pertenecer a este sistema, ¿Cuales son las consecuencias negativas para mí y para el sistema? ¿cuales son los beneficios para mí y para el sistema?

La idea de hacer éste análisis es comprobar tu nivel de dependencia con el sistema al que perteneces. Si tu análisis da que la dependencia es equilibrada entre ambos, la relación es sana. Si no, piensa en negociar o moverte hacia otras posibilidades para que el sistema no te agreda más de lo que lo ha hecho, porque en el trayecto, el ciego confiar y el ejercicio de la buena voluntad, perdiste poder por ceder demasiado.

Busca alternativas, haz cosas distintas, salvaguarda tu vida y no permitas que quienes abusan te hagan sentir culpable, la culpabilidad es inútil y mucho menos ante quienes creen erróneamente que son los albaceas de tu vida.

¿Ya libraste por ti? ¡felicitaciones! eres independiente o estas en una relación de interdependencia justa con un sistema social. Te toca hacer ahora por los demás, tienes solvencia para comenzar a librar por todos.

¿Cómo empezar?

Se empieza por la familia y amigos. Si estas bien tu, te toca ayudar a los mas cercanos para que se hagan fuertes; la mejor manera de hacerlo es mediante la educación y no la limosna. Patrocina, patrocina y patrocina cualquier iniciativa educativa que ayude a tus familiares y amigos a hacerse responsables y solventes por si mismos.

Si eres una organización que decide hacer algo por la comunidad, comienza invitando a los hijos y familiares de tus colaboradores y relacionados a aprender a estar en contacto con la empresa, cuando las familias obtienen reconocimiento de las empresas, comienzan a surgir voluntarios para multiplicar la educación y bienestar a otros.

Fundaciones, como por ejemplo, la Fundación Polar, Bigott y otras, han servido a las comunidades mediante el desarrollo e implantación de muchísimos planes educativos que les ayudan a aprender a ser autodependientes. Tu puedes hacer lo mismo y hasta mejor si logras ganarte a los familiares y amigos de tu empresa para que contribuyan con el aprendizaje de otros. Imagínate lo que se puede lograr si los familiares de los colaboradores aprenden a ser prósperos, el bienestar se traducirá en bienestar para todos.

¿Qué esperas?

Líbrate de quienes abusan de tus habilidades y comienza a jugar para “librar por ti y por todos”

¡Que tengas una hermosa semana, llena de prosperidad y éxitos!

María Mercedes Gómez Mazzeo

2 comentarios:

Adrián Cottin Belloso dijo...

Hola MM, ¡Feliz día!
Gracias por esta reflexión, que en cuanto te escriba este comentario me devuelvo a leer de nuevo.
Librar a otros a través de la educación, me parece que es la mejor misión de cualquiera, incluso de quien aún no es libre.
Gracias por la oportunidad de leer sobre un tema que me hace pensar.
Adrián Cottín Belloso
www.adriancottin.com

Duvraska Mendoza dijo...

Maria Merecedes otra vez disfrutando de tus reflexiones y escritos, comparto la idea de lo que mencionas inclusive ahorita mismo vivo algo muy relacionado busco patrocinantes para un evento educativo en favor de un joven que requiere una operacion en la columna y la verdad me ha costado conseguir patrocinantes verdaderos cuyo fin unico sea el bienestar de la sociedad donde se desenvuelven, preocupante tal vez pero te digo si insistimos se que la cultura se adaptara y la educacion para todos en favor de todos sera posible en eso creo y sigo adelante con ello.

Los patrocinantes piensan primero en otorgar dinero para eventos de publico masivo sin importar la actividad a la cual se dedique que para cuando se trata de obras beneficas o educativas netas? La cultura tiene que cambiar tarde o temprano y yo habre puesto el granito de arena que me corresponde y mas de ello para cuando eso suceda, eso es lo que quiero, librar por mi y por todos.

Un abrazo