Nos resulta en ocasiones muy extraño encontrar a personas que bajo circunstancias delicadas: personales, laborales y sociales, conserven la serenidad de una pluma arrastrada por el viento aun cuando saben que sus vidas -de alguna forma- están bajo amenaza y en peligro. Cuando nos topamos con estas maravillosas personas, no nos queda más que admirarlos y preguntarles: ¿cómo lo logran? Lo que yo haré a continuación es intentar hilvanar una interpretación de lo que he observado en la gente que se recupera y dan el salto. Comenzaré hablando sobre “la actitud con C”
Actitud: es la disposición de animó de una persona y de cómo se provee -desde los recursos y medios que le son propios- para lograr un estado emocional favorable que contribuye a que él mismo alcance el fin que le proporciona felicidad.
La palabra “ánimo” viene de la raíz latina “ánima” que sugiere “vida” y una griega que aporta el significado de “soplo”. -Me encanta pensar en un “soplo de vida” porque me permite ver que cuando no tenemos ánimo precisamente nos sentimos en la inexistencia y la inexistencia tiene mucho que ver con el reconocimiento de los demás y el autoreconocimiento. Si yo sé de mí me reconozco y si tú sabes de mí me reconoces entonces el soplo de vida empuja la vela de mi barco.
Abordemos las situaciones de la vida desagregando las fases que la componen.
I fase: “El yo en crisis” Crisis a aquellas situaciones que requieren que tomememos decisiones que afectan nuestra vida. Las emociones típicas que indican que estamos en crisis -según mi experiencia- son: El miedo y la ansiedad, y de éstas emociones se desencadenan manifestaciones menos nobles como: la envidia, los celos, la rabia, las mezquindades, la crueldad, etc. todos éstos sentires calificados como inhumanos son en realidad productos 100% humanos y nos sirven para darnos cuenta que estamos “haciendo agua”, “que lo que vivimos es mucho para nosotros” y “que necesitamos buscar ayuda”. ¿Dónde hallarla?
II fase: Recursos internos y externos.
Para ti, para mí y para todos es vital sentirnos reconocidos, al menos, en nuestras capacidades. Hallamos ánimo de dos fuentes: la externa y la interna que asociamos con la creación de un estado de seguridad necesario para recuperarnos y avanzar. Es importante que entremos en un proceso de evaluación y determinemos con qué contamos aquí y ahora.
Te regalo el siguiente ejercicio:
Escribe tus recursos internos y externos y verifica si las cosas que escribes son tuyas o están disponibles para ti hoy.
Identifica tus recursos internos:
¿Cuáles son los conocimientos que te distinguen hoy en tu contexto actual, tus saberes diferenciadores, aquellas cosas que sabes hacer con maestría actualmente?
¿Qué historias (recuerdos personales, experiencias) puedes rememorar que te aportan la experiencia y la emocionalidad que te hacen sentir valioso hoy?
¿Cuáles son tus anhelos (sueños, cosas deseadas y no alcanzadas aun) relaciones, cosas, situaciones deseadas por ti para ti y para quienes tu aprecias?
¿Qué destrezas y habilidades -poco corrientes- posees que manifiestas en tu entorno actual por la cual te identifican y te hacen solicitudes específicas? (capacidades para la manifestación de recursos, el arte que te distingue)
Identifica tus recursos externos:
¿Cuales son las personas que pueden hacer algo por ti en la situación de crisis en la que te encuentras hoy? Es importante que verifiques y seas específico.
¿Qué organizaciones pueden, quieren o necesitan hacer algo por ti hoy en la situación en que te encuentras?
¿Qué bienes tienes a tu disposición para afrontar la situación actual?
¿A quienes crees que puedes acudir para solicitar o negociar cosas para ti?
Este ejercicio puede ayudarnos a establecer un informe detallado de la situación actual y tu inventario de recursos para luego establecer estrategias para lograr un resultado en función de un propósito.
III fase: Propósito y Resultados
Propósito: Busca la satisfacción en el poder que tienes de hacer cosas.Una cosa fundamental para establecer o declarar un propósito es que definas aquellas cosas que te producen alegría a ti y las escribas. Mientras más cosas escribas más cosas estarán disponibles para construir y cumplir tu propósito.
Resultados: Se refiere a tangibles, cosas que puedes tener y sentir.
¿Qué puedo obtener de mi quehacer? Ahora es necesario que escribas lo que lograras en términos reales. Pregúntaté: ¿Qué obtengo, que hay para mi, cuál es mi ganancia? Muchas veces nos perdemos de obtener lo que queremos porque nos quedamos anclados en la depresión, la tristeza y el desánimo. La idea es que la manifestación depresiva no nos desvíe de nuestro propósito existencial para gozar así de los resultados que serán las evidencias de su cumplimiento.
El mejor resultado será aquel que viene de una existencia con propósito. Espero que en ésta fiesta que estamos preparando que se llama “vida” estén presentes aquellos invitados que comparten con nosotros la alegría de ver cristalizado nuestro anhelo personal y que ese anhelo personal aporte a la existencia éstos un grano de arena que contribuya a crear un resultado trascendental que contribuya con la realización y la alegría de tus seres queridos y de la humanidad en general.
1 comentario:
Mi amiga Paola de Colombia dijo:
Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
¡Q gusto escuchar de ti!
¿cómo has estado???? ¿cómo va todo??
Te cuento q nosotros vamos muy bien, nuevos proyectos. Y muy felices.
Gracias por compartir, estuve leyendo el de Aportar tu grano de arena desde la emoción correcta, me gusto mucho, compartes tranquilidad y calidez en tu lectura. Interesante el incluir ejercicios y prácticas concretas. De gran utilidad.
Seguimos en comunicación
Te mando un gran abrazo y feliz semana
Pao
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